
03 Ago El ciclo Gestáltico
Vamos avanzando paulatinamente con los anteriores artículos y videos de mi canal, en qué consiste la terapia Gestalt. En este nuevo artículo llegamos a una de las claves de este método de trabajo, el «ciclo de la necesidad» o el «ciclo gestáltico».
Como ya había comentado en otras entradas, lo que tratamos de hacer en terapia es hacer que el paciente se dé cuenta de cuáles son sus auténticas necesidades y cómo en muchas ocasiones trunca inconscientemente sin llegar a satisfacerlas o ni siquiera a reconocerlas. Ocurriendo esto se van acumulando «Gestalt» o «asuntos inconclusos» generando una falta de energía y malestar en la persona. Vamos a ver cómo es este ciclo, de que partes se compone, que diferentes mecanismos inconscientes lo interrumpen y en qué punto del ciclo.
El flujo del ciclo como se puede observar a través de las fotografías, está explicado sobre una necesidad fisiológica que es la sed. En verdad lo podemos extrapolar a cualquier necesidad ya sea básica o más compleja que tenga que ver con necesidad de afecto, de pertenencia, de status quo, de realización y hasta un nivel espiritual. Abraham Maslow, psicólogo estadounidense, que junto a Carls Rogers se consideran los padres de la «Psicología Humanista», estableció una jerarquía de posibles necesidades a las que estamos sujetos los seres humanos.
TIPOS DE NECESIDADES
LAS FASES DEL CICLO GESTÁTICO
1º DESENSIBILIZACIÓN – DIFICULTAD PARA REGISTRAR SENSACIÓN CORPOREA O EMOCIONAL
Partimos de un estado de reposo, un estado indiferenciado, tranquilo, el cual no percibimos sensación alguna. De pronto surge algo que perturba este estado, por ejemplo: «Estoy en la cola de un cine y el que está delante me está pisando». Mi acto reflejo es no hacer nada, me aguanto, ya que es lo que aparentemente me deja más tranquilo. Comienzo a hablar para mí diciendo: «¿No se estará dando cuenta de que me está pisando?», aquí estaríamos interrumpiendo el ciclo claramente en el primer paso donde una sensación perturba mi tranquilidad en el punto 1º de la sensación. Me aguanto el enfado posiblemente por un miedo a entrar en confrontación y me aguanto a pesar de que me está doliendo. Mientras esta situación no cambie es probable que no pueda atender ninguna otra necesidad hasta que no libere mi pie de debajo de la persona que me está pisando. Tendríamos otro ejemplo con alguien que, con el tiempo, genera un mecanismo de insensibilización para conectar con sensaciones de dolor. Mas adelante hablamos de la depresión como ajuste y cómo se puede entender ésta desde el ciclo de la necesidad.
2º PROYECCIÓN – ATRIBUIR A OTROS ASPECTOS MÍOS PROPIOS
Vamos al segundo estadio con otro ejemplo. Estoy en casa aburrido y siento ganas de salir de casa y hacer algo. Voy a marcar el número de un amigo y digo: «¡Estoy harto de siempre llamarle yo! Este pasa de mí, la gente siempre va al sol que más calienta». Estoy atribuyendo a otra persona algo por el hecho de ser yo quien generalmente le llama y propone algo para hacer. Este punto 2º sería «Toma de conciencia» de mi aburrimiento y mi necesidad de relacionarme y compartir algo. El mecanismo en este caso sería la proyección (posiblemente de algún introyecto como el haber recibido mensajes del tipo): «no has de fiarte de nadie, amigos sólo tienes a tu familia». Termino por no llamar y quedarme con mi aburrimiento y hastío.
3º INTROYECCIÓN – TRAGAR ALGO E INCORPORARLO SIN TENER QUE VER CONMIGO
El 3º punto del ciclo sería la «Excitación o energía que me impulsa a ponerme en marcha», una vez tomada conciencia de mi necesidad he de ponerme en marcha. Supongamos que alguien está indeciso en matricularse para realizar el grado de derecho o en el conservatorio, que es lo que realmente le apasiona. Recuerda aquello que siempre ha estado escuchando sobre que «los músicos no tienen oficio alguno y que en la vida hay que sacrificarse y sufrir para salir adelante». De forma que desestimo esta opción. ¡Importante!, todo aquello que se introyecta (tragar sin digerir), se termina proyectando hacia afuera.
4º DEFLEXIÓN – DESVIO DEL OBJETIVO (CONTACTO CON OTRA COSA)
El 4º punto estaríamos: «Actuando o moviéndome en mi entorno para alcanzar y entrar en contacto con aquello que necesito» o aquello que considero que necesito. No necesariamente tiene porque ser lo que necesito en realidad. Pongamos el ejemplo anterior donde además de haber un mensaje introyectado: «Los músicos no tienen oficio alguno y que en la vida hay que sacrificarse y sufrir para salir adelante», entro en contacto con otra cosa diferente a la que me apasiona (me matriculo en derecho), es decir, estoy deflectando el objetivo, me estoy desviando de la trayectoria y por lo tanto me alejo de colmar mi necesidad real.
5º RETROFLEXIÓN – ORIENTAR LA ENERGIA HACIA SÍ MISMO (PRE-CONTACTO)
El 5º punto estaríamos: «En el propio contacto, el organismo está en estos momentos colmando su necesidad y por lo tanto recobrando la energía y extinguiendo la perturbación previa a este punto». Ya podría parecer que estamos cerrando la gestalten o asunto que nos mantenía con síntomas y al entrar en contacto nos comenzamos a sentir aliviados. ¿Pero qué ocurriría si incurrimos en algo que desde la terapia Gestalt llamamos «Retroflexión»? En este caso toda la excitación para salir hacia mi entorno a buscar aquello que necesito, la energía se invierte hacia dentro, haciéndome a mí lo que me gustaría que otro pudiese hacerme o incurriendo en algo lesivo. Por ejemplo: Todas las adicciones estarían en este punto. En ciertos trastornos como podrían ser «trastorno Límite de la Personalidad», en el que se producen actos lesivos o la persona se puede provocar heridas sobre la piel, el «trastorno Bipolar», el cual en la fase maníaca algunos posibles síntomas podría ser la ingesta excesiva de alcohol y otras sustancias o la «Depresión», en el que existen mecanismos sutiles que el sujeto ha ido articulando para no conectar con sensaciones de dolor y existe claramente resentimiento o enfado no expresado, mal canalizado y donde la persona se queda con toda esa sobreexcitación dentro de sí misma, serían ejemplos de retroflexión. Quería resaltar que, aunque en el DSM-5 la «Depresión» figura como una patología, desde la Gestalt la depresión está contemplada como un síntoma, el cual sobrevuela un amplio espectro de posibles ajustes o patologías, es decir, no sobrevuela nunca de forma aislada e independiente a otra problemática. «Las adicciones» generalmente también estarían en este punto retroflexivo, donde hay una necesidad que la persona no reconoce o tiene dificultades para llegar a contactar con aquello que necesita, de forma que paulatinamente va asociando una cierta calma a sus síntomas, a través de la ingesta de alcohol u otro tipo de drogas. Finalmente se produce una confluencia (se funde y se confunde con la sustancia), siendo necesario ir al origen de su necesidad real para ir desvinculando al sujeto de la sustancia, con la dificultad añadida que conlleva el deshabituamiento por síndrome de abstinencia.
En el 6º ya estaríamos contactando con aquello que colme nuestra necesidad. Aquí se puede incurrir en el mecanismo del «Egotismo», que tiene que ver con personas cuyo ego engrandecido los lleva a pensar predominantemente en sí mismas. Por ejemplo, pensemos en alguien que acude a terapia y su principal estrategia es la de rivalizar con el terapeuta, lo confronta, lo pone a prueba y su egocentrismo le lleva a ponerse por encima. Si no se tuviese manejo de este tipo de perfil y el terapeuta entra en su juego, es posible que la persona abandone prematuramente la terapia y rompa el contacto muy deprisa, y, por tanto, no habiéndose dado el permiso siquiera de darse un tiempo. Algo opuesto tendríamos con la «Confluencia», otro mecanismo de personas que tienden a fundirse y confundirse con aquello que contactan. Por ejemplo, en el caso antes mencionado de las adicciones, además de ser un mecanismo retroflexivo, donde la persona se provoca daño a sí misma, también el adicto se funde con la sustancia. Personas por ejemplo que tienen un exceso de apego y no son capaces de retirarse o dejar marchar a un ser querido fallecido, quedándose atascados por asuntos pendientes y que dificultan considerablemente el proceso de duelo.
Como había comentado anteriormente la depresión desde un enfoque gestáltico, está contemplada más como un síntoma que como una patología en sí misma, con lo cual, ante una sintomatología depresiva hemos de indagar que otro ajuste está alimentando ésta. Han sido muchas las investigaciones de casos de depresión y de qué forma se interrumpe el ciclo de la necesidad. Extrapolándolo al ciclo gestáltico todo el rango de la depresión comprendería desde una interrupción entre el reposo y la aparición de una nueva «sensación» (mecanismo de represión o insensibilización que la persona genera para no conectar con sensaciones de dolor, tristeza, etc.), pasando por diferentes estadios hasta llegar a invertir la energía o fase de «energetización o excitación» en una acción hacia sí mismo (retroflexión), sin que se produzca un contacto real, que permita al individuo colmar su necesidad. En la represión o insensibilización de sentimientos de dolor encontramos el primer corte en el ciclo, donde en este punto podríamos presenciar una sintomatología leve, así como astenia, falta de energía, desmotivación, etc., hasta llegar al punto más severo en que la persona ha de dar respuesta a su energía y responsabilizarse a la hora de ponerse en marcha; momento en que invierte su energía hacia dentro, siendo incapaz de canalizar sentimientos de enfado, frustración, impotencia y ejerciendo un acto retroflexivo o dañino hacia sí mismo. «El contacto» real no se produce, si no una acción donde el sujeto no contacta con lo que necesita, una forma de invertir la energía hacia sí mismo, «en vez de orientar esa energía hacia fuera y/0 expresar a alguien, mi enfado, mi disconformidad, mi impotencia, etc., lo que hago es que me lo quedo, me lo trago». En este segundo corte estaríamos hablando de síntomas graves de depresión que pueden inducir a la persona a intentos autolíticos y por tanto habría que poner especial foco en este tipo de casos.
Por lo tanto, este esquema muestre el ciclo de la necesidad y las claves del bienestar, ya que el dejar asuntos inconclusos, es decir, no llegar al contacto con aquello que mi organismo necesita, se traducirá en síntomas de distinta índole, desde una neurosis, pasando por todo un amplio espectro de ajustes severos.
Espero que os haya servido de utilidad y nos vemos en el próximo artículo.
Gestaltexplora.
No hay comentarios